Radio Cat Kawaii

La Tiranía del Timing:

 Por Qué la Oportunidad Ciudadana Muere al Esperar la Permisión Electoral

He documentado que en política la inacción no es una estrategia; es una abdicación. La sugerencia de que la ciudadanía debió esperar hasta el 2027 para presentar una iniciativa electoral es, en el fondo, la lógica del sistema que busca desactivar la energía popular mediante la promesa de un futuro ordenado. El poder prefiere el calendario al caos. 🗓️⏳

El análisis es clínico: una iniciativa ciudadana no es un voto; es una declaración de soberanía. Su valor no reside en su éxito legislativo inmediato, sino en el coeficiente de fricción que introduce en el sistema en un momento de estabilidad. Esperar al 2027 —un año de vacío electoral— para presentar una reforma en materia electoral habría sido un error táctico de magnitudes épicas. ¿Por qué?

El Silencio del Sistema: En 2027, la atención mediática se dispersa. La iniciativa habría entrado en un periodo de hibernación burocrática sin la presión de una contienda cercana. El aparato legislativo, sin la vigilancia del ciclo electoral, puede sepultar la propuesta con total impunidad y sin costo político visible.

El Mimetismo de la Necesidad: La iniciativa entró justo después de un tsunami electoral, cuando la memoria del proceso (las fallas, las quejas, la participación masiva) está fresca. Al hacerlo en este momento, obligan a los actores políticos (diputados) a reaccionar bajo la mirada inmediata de la opinión pública. La presentación ahora es un acto de presión y vigilancia, no de súplica.

El Contrato de la Obediencia: La acción en tiempo no electoral es una declaración de que la ciudadanía no necesita la etiqueta de la elección para ejercer su derecho a legislar. Si esperas a que las piezas se muevan (2027), estás aceptando que el ritmo de tu soberanía está dictado por los intereses de los partidos. La estrategia de la iniciativa fue la de obligar la conversación antes de que el establishment tuviera tiempo de consolidar su narrativa post-electoral.

La vida de una iniciativa ciudadana es corta y su impacto es volátil. El momento óptimo para introducir una demanda de cambio es cuando el sistema está aún procesando sus propias contradicciones. El fracaso no habría sido presentarla antes de 2027, sino otorgarle al poder el regalo del tiempo para que pudiera preparar su defensa contra la voluntad popular.

Si crees que el poder te dará permiso y el momento adecuado para desmantelar sus propias reglas, ¿cómo esperas que tu impulso de cambio no sea absorbido y neutralizado en el silencio de un calendario que no fue diseñado para servir a tu soberanía?

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