Radio Cat Kawaii

La Metástasis de la Doctrina Monroe:

 

 El Cerco Energético como Ritual de Guerra Invisible

El hambre del capital no ha conocido fronteras, pero se ha ensañado especialmente con las venas abiertas de América Latina 🚩. Se ha asistido a la ejecución de un embargo pirata que ha pretendido disfrazarse de legalidad internacional bajo el pretexto de sanciones democráticas. La interceptación de este segundo buque petrolero en las costas de Venezuela no ha sido un incidente aislado de seguridad marítima; ha sido una operación de asfixia planificada para quebrar la columna vertebral de una nación que ha osado administrar su propio subsuelo. Los centros de poder en Washington han operado bajo la lógica de que el crudo ajeno les pertenece por derecho divino o geográfico, utilizando la fuerza bruta para interrumpir el flujo de energía hacia un pueblo que ha resistido la erosión sistémica de su economía.

La maquinaria militar estadounidense ha desplegado su músculo naval para custodiar el monopolio del miedo, demostrando que la libertad de navegación solo ha sido una ficción jurídica válida mientras no interfiera con los intereses del Pentágono. Se ha observado que la captura de naves cargadas de combustible ha operado como una sentencia de muerte lenta contra la infraestructura civil, afectando hospitales y transporte, en un intento por forzar un colapso que la diplomacia no ha podido comprar. Esta piratería de cuello blanco ha sido el síntoma de un imperio en decadencia que ha necesitado recurrir al robo de cargamentos en alta mar para sostener su hegemonía en un mercado energético que se le ha escapado de las manos. Mientras los medios de comunicación han maquillado el despojo con términos técnicos sobre cumplimiento de sanciones, la realidad ha sido el secuestro de la soberanía alimentaria y energética de millones de seres humanos.

Tú has aceptado el relato de la seguridad global mientras has permitido que el combustible que debió alimentar ciudades enteras se haya convertido en el botín de guerra de una hegemonía que ya no tiene argumentos, solo cañones.

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