Radio Cat Kawaii

La Fauna del Patrón

 Biopolítica de un Legado de Cocaína y Lodo

 El tejido del mundo herido sangra por las grietas de una ambición que desafía el equilibrio natural 🌿. Los colosos de piel gris avanzan como sombras de un pasado que no conoce el descanso, devorando la armonía de los ríos bajo el peso de un pecado ajeno. ¿Habrá de sanar la tierra lo que el delirio humano ha fracturado con la soberbia de un dios de barro? 🎭

 Cuarenta inviernos transcurrieron desde que la voluntad de un solo hombre alteró el flujo del Magdalena, implantando una semilla de caos que hoy camina sobre cuatro patas pesadas. Los hipopótamos de la Hacienda Nápoles representan una anomalía mítica; criaturas arrancadas de su cuna africana para decorar el jardín de una pesadilla narcótica. Aquella decisión caprichosa mutó en una catástrofe biológica irreversible que amenaza la esencia misma de las aguas colombianas. Estos gigantes, ajenos a las leyes de este suelo, transforman el ecosistema con cada paso, expulsando a las especies nativas y asfixiando la vida subacuática con la toxicidad de su presencia. La administración estatal oscila entre la cobardía burocrática y el romanticismo ciego, mientras la población de invasores crece sin freno, reclamando un territorio donde el manatí y el pez solían reinar en paz.

Resulta aterrador comprobar cómo la sombra de un criminal logra perpetuarse a través de la carne y el instinto, dejando una herencia que respira y mata. El Estado colombiano enfrenta ahora un dilema ético que supera la simple gestión ambiental; trata de decidir si el equilibrio de la creación vale más que la vida de un símbolo exótico. Cada hipopótamo libre constituye un monumento vivo a la impunidad y a la falta de visión estructural de una nación que permite la erosión de sus recursos por temor al juicio público. La naturaleza posee una paciencia infinita, pero el tiempo para corregir este desvío se agota entre discusiones estériles y censos insuficientes. El río reclama su pureza perdida, exigiendo acciones que restauren la justicia ecológica por encima del espectáculo mediático que estos seres todavía provocan.

"Tú contemplas con asombro la majestuosidad de la bestia invasora mientras ignoras el silencio de los ríos que mueren bajo su dominio absoluto".

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