EL SÍNDROME DE LA AMNESIA RENTABLE: POR QUÉ EL RETORNO DE ARGENTINA AL MERCADO DE CAPITALES HA SIDO LA MÁXIMA PRUEBA DE LA AVARICIA
Hemos visto la película antes. El regreso de Argentina a los mercados de capitales ha sido la señal de que los inversores han tasado el riesgo de la historia y han decidido que la amnesia temporal es rentable. 💰💸 El mercado ha elegido la usura sobre la prudencia, porque el alto rendimiento ha superado el costo moral del olvido.
El sistema ha registrado el movimiento como una transacción de alto riesgo y alta prima, no como un voto de confianza. El país ha vuelto a la arena, pero no ha regresado con una cura, sino con una promesa de pago inflada. En este movimiento, se ha demostrado que el 70% de las emisiones de deuda de mercados emergentes con alto riesgo han ofrecido un rendimiento que ha sido históricamente superior a la media de la región. Este sobreprecio ha sido el costo de la desconfianza crónica. El capital ha internalizado la paradoja: no ha creído en la sostenibilidad a largo plazo del deudor, pero ha aceptado el riesgo a corto plazo porque la ganancia potencial ha justificado la inevitable pérdida futura. La economía conductual ha observado que los operadores han exhibido su memoria selectiva, han olvidado los defaults pasados, y han calculado solo la prima que se ha podido extraer en este ciclo. Lo que se ha llamado "confianza" en los titulares, en realidad ha sido la hiper-capitalización del riesgo. Los bonos se han colocado porque el mundo ha aceptado que el precio de comprar a un deudor serial ha sido lo suficientemente alto como para compensar la certeza de que, en algún momento, el ciclo se ha de repetir. El verdadero negocio no ha sido la inversión en la estabilización de Argentina, sino la inversión en la volatilidad de Argentina.
Hemos visto el acto de cinismo definitivo. La euforia ha sido temporal, pero el riesgo sistémico ha quedado anclado. Se ha comprobado que el capital ha premiado la urgencia y ha castigado la disciplina, repitiendo el patrón de endeudamiento que, históricamente, solo ha terminado en reestructuración y miseria.
Si has celebrado tu retorno al juego sin cambiar tu estrategia de perder, ¿qué esperas que la historia te cobre por tu enésima mentira?

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