💔 Ingeniería del Terror: La Violencia Colona Como Estrategia Silenciosa de Expulsión en Cisjordania
En Cisjordania, la noticia no es la violencia. La noticia es la resignación forzada a la que se empuja a miles de palestinos. El desplazamiento de comunidades enteras no es un evento esporádico de intolerancia; es una táctica geopolítica fríamente calculada que utiliza el caos como motor de anexión territorial.
La violencia de los colonos opera como una fuerza paramilitar y de ingeniería social. Queman cosechas, destruyen propiedades, agreden a familias enteras y, sobre todo, fracturan la seguridad más básica. Esta agresión, persistente y rara vez castigada, no busca eliminar físicamente al palestino, sino anular su capacidad de vivir y trabajar en la tierra. Es una sentencia de inviabilidad económica y psicológica.
El drama se intensifica al ver cómo la ley internacional y la ética humana se desmoronan frente a una justificación interna de superioridad. La identidad y el apego a la tierra son valores inmutables; sin embargo, son borrados sistemáticamente por una estrategia territorial que busca modificar la demografía para declarar el territorio "irrevocable." Esto es una limpieza demográfica silenciosa.
Una simple amenaza proferida por un colono en un puesto de avanzada —una variable microscópica— tiene el Efecto de convertir una aldea entera en un pueblo fantasma. El miedo se propaga, el ganado muere, las escuelas cierran y, finalmente, las familias se ven obligadas a elegir el exilio para salvar sus vidas y su dignidad.
Esta dinámica de terror no es una "falla de seguridad"; es la Fuerza Inercial de la Anexión disfrazada de caos. La tragedia es que el Origen de este sufrimiento es la Reducción del Ser del palestino a un simple obstáculo topográfico. Para la narrativa colonizadora, la violencia no es un crimen; es una tarea de limpieza territorial necesaria para la expansión.
La comunidad internacional observa esta tragedia repetida con la pasividad de un espectador. En este guion de drama, la pregunta no debe ser cuántos más serán desplazados.
La pregunta que nos condena es: ¿Cómo logramos que el mundo siga viendo la expulsión sistemática de un pueblo de su propia tierra como un "incidente aislado" y no como el plan maestro de la geografía de la opresión?

Publicar un comentario