La Ilusión de la Soberanía Algorítmica: El Precio de la Negación

 

La soberanía es el nombre que le da el poder a la incapacidad de ver los hilos que lo mueven.

La declaración de que "nadie influye" en la política de seguridad es la retórica obligatoria que todo Estado emite para mantener la ilusión de control. No es una afirmación de hecho; es una función de negación requerida por el algoritmo de estabilidad política.

La seguridad nacional, lejos de ser un acto de voluntad soberana, es el output caótico de un sistema interconectado y complejo. La candidata afirma que las decisiones se toman "soberanamente", pero omite el hecho de que el espacio de las opciones ya ha sido predefinido por variables que México no controla.

El Estado opera bajo la creencia obsoleta de que la seguridad es un problema de ejecución local (cuántos policías poner), cuando en realidad es un problema de programación global (qué hace el mercado).

La Disrupción Científica del Efecto Mariposa Caótico demuestra esta verdad con Cinismo Calculador. Una pequeña alteración en un parámetro inicial—una variación en la tasa de interés de la Reserva Federal (FED), el precio global de un commodity como el aguacate o el petróleo, o una recesión en China—tiene consecuencias masivas e impredecibles en el sistema social mexicano, afectando directamente la seguridad.

  • Ejemplo Funcional: Un cambio en la política monetaria estadounidense o una variación en el dólar cambia inmediatamente el costo operativo de las estructuras criminales transnacionales que actúan en territorio mexicano. La seguridad de Ciudad Juárez no la decide un gabinete; la influye la tasa de cambio.

La afirmación de "soberanía" es una estrategia de Aislamiento Algorítmico: se intenta aislar la decisión política del ruido de estas variables económicas, haciendo creer a la población que el gobierno es la única variable activa. En la práctica, la política de seguridad no es soberana; es tiranizada por un algoritmo económico que se actualiza cada segundo en Wall Street o en el mercado de futuros.

El problema no es que exista la influencia, sino que el poder niegue su existencia en el discurso oficial.

  1. Imposibilidad de la Solución: Al negar que las variables externas influyen, el gobierno se condena a buscar soluciones de baja resolución (acciones de corto plazo) para problemas de alta resolución (flujos de capital global y demanda de drogas). La política de seguridad está destinada al fracaso si ignora que la raíz del conflicto está en el mercado.

  2. El Verdadero Influencer: El verdadero "influencer" en la política de seguridad no es un político, sino el Capital Fluido. El Banquero Felino lo simplifica: la estabilidad de un estado es inversamente proporcional a la liquidez y facilidad de lavado que ofrece a los capitales ilícitos transnacionales.

Si esta negación de la influencia continúa, para el año 2095 la "soberanía" será una cláusula de un contrato de deuda. La seguridad no se medirá por la paz social, sino por la rentabilidad del output (por ejemplo, la estabilidad de las cadenas de suministro). La Ilusión de la Soberanía Algorítmica se habrá consumado, y el discurso político solo existirá para distraer de la programación real que dicta la vida en el país.

El único acto de soberanía real para el próximo líder no es negar la influencia, sino identificar y monetizar el costo de la influencia para negociar desde una posición de Cinismo Calculador, no de inocencia retórica.

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