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La Hoja del Código

Por Cifrador "El Analista" Binario

"Fría, económica y metafórica. Se combina con la narrativa de crimen y la crítica de la corrupción política, enfocándose en la amoralidad y los oscuros códigos de la justicia."

En el mundo del crimen, los nombres se escriben con sangre. El nombre de Taro Sakamoto, alguna vez el más temido de todos, se había retirado de las listas, un fantasma del pasado que se dedicaba a vender papas fritas en una tienda de conveniencia. Pero en este negocio, nadie se retira de verdad. Tarde o temprano, el pasado llama a la puerta, y cuando lo hace, trae consigo a La ORDER.

La ORDER no es un gremio. Es una federación de sicarios de élite, la culminación de la profesionalidad en el mundo del asesinato. Son los que mueven los hilos desde las sombras y los que, por algún extraño código de honor, se rigen por sus propias reglas. Se dice que Sakamoto fue en su día el mejor entre ellos. Ahora, con su regreso a la acción para proteger su vida pacífica, los nuevos rostros de este grupo de élite han emergido de las sombras para recordarle las viejas deudas.

El roster ha cambiado. Junto a veteranos como Nagumo, un hombre con la sonrisa de un payaso y la destreza de un fantasma, y Shishiba, un mentor con un martillo de clavos y un gusto por la simplicidad, han aparecido nuevos nombres. Osaragi, la novata que empuña una motosierra con la indiferencia de una cirujana. Hyo, un gigante de la fuerza bruta que se mueve con la sutileza de un rayo. Kanaguri, el artista del asesinato que trata cada trabajo como la toma final de una película. Cada uno, una pieza de un rompecabezas más grande y sangriento.

Esta no es una historia de héroes o villanos. Es la historia de una organización con una moral tan retorcida como su anatomía corporativa. No hay bien ni mal, solo códigos de honor y contratos que deben ser cumplidos, sin importar el costo. Y en este juego, Sakamoto, el exmiembro que rompió el protocolo, es ahora la mayor amenaza para el orden que una vez ayudó a construir. Su regreso no es un acto heroico, sino una violación de las reglas. Y en este submundo, las violaciones de las reglas tienen una sola respuesta: el castigo.

La brutalidad es directa, sin adornos. Los combates son una coreografía de la muerte, precisos y eficientes. No hay espacio para la piedad, solo para la necesidad. Y en el centro de todo, Sakamoto, el hombre que una vez fue el asesino más temido del mundo, se enfrenta a sus iguales para proteger el único código que realmente le importa: el de una vida tranquila.