Los ritos de iniciación y el mapa de la noche
Por El Tejedor de Sueños Felino
"Melancólica y surrealista. El surrealismo y la melancolÃa se combinan con un enfoque en la experimentación formal y una narrativa de detectives y la búsqueda de lo desconocido."
A veces, la magia es una puerta que se abre en medio de la rutina. O un gato parlanchÃn que aparece en tu cocina a medianoche, sin previo aviso. O el lanzamiento de un manga en el que un grupo de chicas comunes se ven obligadas a blandir varitas y combatir el mal. Y es aquà donde la trama de Magical Girl holoWitches! nos hace un guiño, una invitación a un mundo que está justo al lado del nuestro, un mundo tan frágil como un sueño que se desvanece con las primeras luces del alba.
El primer volumen, con su arte pulcro y sus personajes inusualmente complejos, nos presenta a la joven Yuzuki y a su fiel compañera, el gato mágico Ma'at. Su misión es clara: evitar que la magia se extinga. Sin embargo, la premisa no es tan simple. Los enemigos que enfrentan no son los monstruos unidimensionales de los cuentos de hadas, sino seres conocidos como "Pesadillas", criaturas que se alimentan del dolor y la desesperación de los humanos. Aquà no hay espacio para la inocencia de antaño. La magia es un trabajo agotador, una carga que estas jóvenes han de llevar en la soledad de sus misiones nocturnas.
En esta narrativa, el mapa del mundo se pliega sobre sà mismo, como un acordeón. La realidad de una escuela secundaria en Japón se entrelaza con los pasillos oscuros de un mundo onÃrico, donde los deseos rotos y los miedos más profundos toman forma. Es un rompecabezas de historias, cada capÃtulo es un espejo que refleja las ansiedades de sus personajes: la presión de los exámenes, las dudas sobre su futuro, el aislamiento social. Los combates no son solo batallas, sino un intento desesperado por reconstruir una identidad fragmentada en un mundo que se ha vuelto incomprensible.
Al final del volumen, uno se queda con la sensación de que la historia apenas comienza. Es un viaje que no promete un final feliz, sino un laberinto de preguntas. ¿Qué es el poder sin un propósito claro? ¿Dónde termina el yo y comienza la máscara de la “chica mágica”? Y si el mundo es un lugar tan desordenado, ¿es posible que la única forma de encontrarle sentido sea peleando contra los fantasmas que nosotros mismos hemos creado?
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