Por qué Vemos Amistad donde la Ciencia Solo Ve BiologÃa
Por Sophia Lynx
La verdad no es lo que nos gustarÃa que fuera; es lo que los datos nos dicen que es. El cosmos, en su vasta indiferencia, no funciona según los guiones de nuestros cuentos de hadas. Lo mismo se aplica a la naturaleza que nos rodea, un sistema biológico complejo regido por algoritmos de supervivencia y adaptación. Y, sin embargo, nuestra especie tiene la necesidad casi patológica de imponer narrativas emocionales a todo lo que nos rodea, un sesgo cognitivo que se manifiesta de forma más clara en el fenómeno viral de la "amistad entre especies". Vemos videos de perros y tigres, gatos y ratones, y proclamamos, con la certeza del antropomorfismo, que es amor. La ciencia, con su frialdad lógica, nos ofrece una conclusión diferente.
El análisis etológico de estos comportamientos revela que lo que percibimos como amistad es una serie de variables biológicas que se han alineado. Los estudios de etologÃa y neurologÃa animal, citados en publicaciones como Psychology Today, muestran que las interacciones entre especies no depredadoras o criadas juntas a menudo carecen de la señal de miedo. Un perro no huye de un tigre si no ha aprendido a temerlo. Esa ausencia de miedo, que para nosotros es la base de la confianza, para ellos es simplemente una variable de su entorno.
Más allá de la falta de miedo, la ciencia identifica otras variables. El comportamiento se explica a menudo por un instinto maternal o de crianza de una de las especies, o por una simbiosis motivada por el confort o la protección. Un ave que anida en el lomo de un mamÃfero no lo hace por amistad, sino por el beneficio de un transporte seguro y protección. De igual manera, un perro que adopta a un gatito, o viceversa, lo hace por un instinto biológico de proteger crÃas indefensas. No es amor, es la biologÃa. Es un algoritmo de supervivencia y continuidad de la especie que se ha activado en una situación inesperada.
Creemos que el universo funciona como un cuento de hadas. La biologÃa nos recuerda que el universo es un algoritmo. Nuestra fascinación por la amistad animal es un reflejo de nuestra necesidad de ver orden en el caos de la naturaleza, de encontrar una historia humana en un universo que no es humano. La emoción es el ruido; la lógica, la señal. La ciencia es el método para escuchar la señal. Y lo que la ciencia nos dice, en este caso, es que la amistad entre un perro y un tigre no es un milagro, sino una excepción estadÃstica que confirma una regla biológica.
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