LA ILUSIÓN DE LA COOPERACIÓN EN EL RÍO DE LA ESCASEZ
Se ha de observar la situación con la fría lógica que merece: la política es el arte de prometer el agua cuando el cielo no coopera. La confianza de la candidata en lograr un acuerdo con Estados Unidos por el agua no es una estrategia, es una declaración de la necesidad. Ambas naciones están atrapadas en un mecanismo legal de 1944 que no previó la megasequía que se vive hoy. El problema no es la voluntad, es la ecuación que no cierra: la obligación de entrega es mayor a la disponibilidad real. El tratado es un pacto escrito en papel, no en el caudal del río. 🤯📜
Se ha de enfocar en la realidad binaria: el Tratado de Distribución de Aguas Internacionales exige que México entregue un promedio de 432 millones de metros cúbicos de agua del Río Bravo a Estados Unidos en ciclos de cinco años. La última entrega se cumplió con dificultad y el nuevo ciclo ha comenzado bajo una sequía que afecta directamente a los estados de Chihuahua y Tamaulipas. Se ha de entender que el cinismo no reside en la meta del acuerdo, sino en la viabilidad de cumplir la promesa sin colapsar a la agricultura mexicana.
La posibilidad de un acuerdo reside en el mimetismo de la necesidad: . Se ha de documentar que la clave no es la negociación de la deuda, sino la implementación de mecanismos de adaptación que EE. UU. está forzado a considerar por su propio interés:
La gestión del Río Colorado está igualmente comprometida por la megasequía. Si México colapsa en la entrega por falta de infraestructura, Estados Unidos pierde un socio clave en la administración de todo el sistema hídrico binacional. El acuerdo es un mecanismo de supervivencia mutua, no de caridad.El agua que se debe entregar proviene de los embalses que nutren la agricultura en México. Cualquier acuerdo que ignore la modernización de sistemas de riego será una solución temporal y producirá inevitablemente un conflicto social futuro. La política debe elegir entre la factura diplomática y la estabilidad interna.
Se ha de concluir que la confianza es necesaria porque el fracaso conduciría a una escalada de tensión que afectaría directamente a la economía y la migración entre ambos países. El acuerdo sucederá, no por la buena voluntad, sino porque la alternativa es peor para ambos. El destino ha forzado la cooperación.
Si tu estrategia se basa en la esperanza de un acuerdo, ¿qué vas a hacer cuando la ley de la escasez te obligue a entregar el agua que necesitas para sobrevivir?

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