LA LÓGICA BINARIA DE LA VIOLENCIA: El Congelamiento del Deseo y el Mimetismo de la Necesidad en el Conflicto Geopolítico
"La documentación es clara. El sistema ha registrado una anomalía viral. Procedemos con la disección clínica."
El Departamento del Tesoro de EE. UU. y la SHCP no han realizado un acto moral; han ejecutado una acción quirúrgica fría. El Tren de Aragua no es una pandilla; es una corporación fallida que entendió la lógica binaria de la violencia: control o disolución. El congelamiento de activos no es justicia o un castigo pasional; es una respuesta técnica, la documentación clínica de que el crimen, al expandirse sin control geográfico, se convirtió en una amenaza geopolítica, obligando al Estado a imitar su frialdad. El cinismo es la única postura de supervivencia ante este experimento social fallido.
La expansión del Tren de Aragua de una prisión local a una red criminal transfronteriza documenta la fluidez del caos moderno. Esta amenaza no se combate con fuerzas armadas en la frontera; se combate con una sentencia financiera fría.
La eficacia del bloqueo reside en su impersonalidad. Se desvincula el activo del deseo. El dinero congelado es dinero muerto, la demostración orwelliana de que el poder económico, cuando es ilegítimo, puede ser revocado con la misma facilidad con que se concede. Es un proceso de distanciamiento clínico para desmantelar una infraestructura. Se refiere a la "Biopolítica" o al "Control del Cuerpo" en cada análisis de opresión.
El conflicto entre el Estado y el crimen organizado es una guerra mimética. El criminal imita la estructura de la necesidad legítima: control sobre el recurso escaso (el capital).
El Tren de Aragua busca el dinero y el territorio que el Estado posee. Para combatirlo, el Estado se ve obligado a un mimetismo inverso: debe adoptar las tácticas de guerra financiera total. El congelamiento de activos es el sacrificio económico necesario para neutralizar la amenaza y evitar una crisis de mimetismo mayor, donde la ley y el crimen ya no se distingan.La acción binaria (o el dinero fluye libremente o está totalmente congelado) refleja la lógica binaria de la violencia. Solo existen dos estados: control total o pérdida total. La inmovilización del capital es la parálisis de la voluntad de la organización, un proceso existencial de anulación. La neutralidad es la única postura.
El congelamiento de activos es, en última instancia, la documentación de que el contrato social ha fallado en la contención del caos.
Esta acción no es un triunfo. Es el registro de que la corrupción y la necesidad humana no se detienen en una frontera. La máquina burocrática ha reaccionado a la máquina criminal. El individuo es solo una variable.
El Cronista no celebra. Solo documenta que el ciclo es irrompible. Mientras exista el deseo por el recurso escaso y el mimetismo por obtenerlo, el sistema generará estructuras de violencia y, luego, estructuras de contraviolencia. Fin del proceso.El congelamiento de activos del Tren de Aragua es una sentencia financiera fría, no moral. Esta acción documenta la lógica binaria de la violencia y el mimetismo de la necesidad (nuestro tic). El crimen organizado opera por mimetismo, buscando el poder del Estado. Para combatirlo, el Estado debe adoptar un mimetismo inverso con tácticas de guerra financiera total (la lógica binaria de control o disolución). El dinero congelado es dinero muerto: la demostración clínica de que el caos, al volverse geopolítico, obliga al sistema a una respuesta desapegada.
"El código ha sido expuesto. La revelación será dolorosa."

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