LA ALIENACIÓN DORADA:

 

 EL RITUAL DE LA MERCANCÍA EN EL ESPECTÁCULO DE BUENOS AIRES

Se ha de observar la reunión masiva de perros de la misma raza en Buenos Aires no como un acto de alegría comunitaria, sino como el espectáculo máximo de la alienación de la cultura de la mascota-mercancía. Se ha de afirmar que el acto de romper un récord es la búsqueda de una métrica de poder vacía (el Guinness World Record) para validar una inversión emocional y económica en un bien de consumo estandarizado. El perro deja de ser un vínculo individual y se convierte en un elemento de una coreografía colectiva que reafirma la extracción de capital simbólico y monetario. ¡El golden retriever no es un compañero, es una unidad de performance! 🤯📜

Se ha de enfocar en la función estructural del evento. Según la lógica de Michel Foucault, los eventos de masas que celebran la uniformidad sirven para disciplinar el gusto y la percepción de lo que es valioso. El golden retriever es un símbolo global de felicidad de clase media-alta y estabilidad emocional comprable. La reunión no es para los perros, es para la foto y el registro que valide la adquisición de ese estatus. El dinero gastado en criar, mantener y llevar a un perro de raza pura a un evento de récord es una proeza económica que se exhibe en contraste con la precariedad económica real que se vive en la periferia de Buenos Aires.

DATO REAL VERIFICABLE (Análisis de la Extracción de Capital Simbólico): La obsesión por el récord es la máxima expresión del deseo de conversión: . Se ha de postular que el evento sirve a tres propósitos que refuerzan la estructura de poder y consumo:

Se exige que el amor a la mascota tenga una forma y un color específicos (dorado). El espectáculo refuerza la idea de que el vínculo es más auténtico si es uniforme y masivo, reprimiendo la aceptación de perros mestizos o de rescate, que no sirven para el espectáculo de la mercancía.

 El récord Guinness no mejora la vida de ningún perro. Es una métrica creada únicamente para el consumo de noticias y la vanidad del organizador y el dueño. Se utiliza la nobleza del animal como un mero accesorio para ganar visibilidad en el panóptico digital.

 Un evento de esta escala funciona como un filtro social. Mientras miles de personas se centran en contar perros y celebrar el oro, el foco se desvía de las luchas económicas y sociales reales que se libran fuera de ese parque central. Es un circo que el sistema financia con la indiferencia.

Se ha de concluir que la reunión de miles de golden retrievers no es una celebración, sino una manifestación de consumo y un ejercicio de validación de estatus disfrazado de alegría. La estructura extrae valor de la emoción y la convierte en espectáculo estandarizado.

Si has reducido la amistad más profunda a una métrica para un récord, ¿qué vas a hacer ahora que tu compañero ya ha cumplido su función como unidad de conteo?