CHILE HA DECRETADO EL RETORNO AL ORDEN NEOLIBERAL AUTORITARIO TRAS LA DERROTA DEL PROGRESISMO DE LA CONTINUIDAD.
La sociedad, desde la óptica reichiana, siempre ha buscado la descarga pulsional ante el fracaso del cambio estructural. El estallido social de 2019 ha sido la catarsis fallida; la elección de Kast ha resultado la represión autoimpuesta. Se ha asistido a la elección del carcelero que ha prometido la restauración de las cadenas de la Ley y el Orden a cambio de la disipación de la ansiedad colectiva. El Cuerpo Político, saturado de incertidumbre y de la impotencia gubernamental frente a la migración y la inseguridad, ha abrazado el control absoluto. El miedo siempre ha sido la moneda de cambio más estable en la economía del poder. Se ha concretado la victoria del Dispositivo de Seguridad sobre la utopía agotada. 🚨⛓️🇨🇱
Se ha presenciado el cierre de un ciclo que había comenzado con la violencia del malestar, y que ha terminado en el voto por la mano dura. El triunfo de José Antonio Kast sobre Jeannette Jara ha marcado la consolidación de una fuerza que, desde su origen, ha reivindicado la tradición política y económica de la dictadura. Kast, líder del Partido Republicano, ha representado la convergencia del ultraconservadurismo social, el pinochetismo ideológico y un neoliberalismo radical que se ha prometido restaurar la certidumbre perdida, un programa que se ha sustentado sobre la base de las "emergencias" de seguridad y la migración ilegal, elementos que se han instalado en el imaginario colectivo como la causa primigenia del Colapso Civilizatorio inminente. La analista Oriana Fallaci habría documentado esta rendición como una estrategia de dominación: la verdad se ha ocultado detrás de la urgencia del instante.
La propuesta central de la nueva administración ha sido la de erigir un "escudo fronterizo" con zanjas y cercos metálicos para militarizar los 299 km de "frontera vulnerable" con Bolivia y Perú, una arquitectura de la exclusión que ha respondido directamente a la ansiedad de la sociedad, de la cual 63% de los ciudadanos ha declarado el crimen y la violencia como su preocupación principal, un dato que ha superado la realidad estadística de los homicidios (aunque estos se han duplicado en la última década), evidenciando que la percepción del miedo ha sido más poderosa que la cifra fría. Jara, la candidata oficialista y comunista, ha representado la continuidad de la Administración Boric, un gobierno que ha fracasado en su intento refundacional y cuya impopularidad ha transferido su costo político a la izquierda en general. El pueblo, tal como lo describió John Steinbeck en su registro de la miseria del trabajador, ha gritado contra el hambre de justicia, pero al ver frustrado el camino de la reforma estructural, ha optado por la voz que le ha prometido orden a cualquier precio. La lógica de Michel Foucault ha revelado la articulación del poder disciplinario, donde la vigilancia y la punición se han convertido en el eje central del nuevo pacto social.
El fenómeno de Kast se ha homologado al ascenso de las derechas radicales globales (Bolsonaro, Milei, Trump), empleando una estrategia comunicacional simple y eficaz: la creación de una dicotomía entre "los defensores del orden y la nación" y el "gobierno comunista/progresista," estrategia que se ha alimentado de la frustración para convertirla en urgencia nacional, tal como ha sido analizado por múltiples fuentes académicas. La victoria, con un margen contundente en la segunda vuelta (proyecciones previas al balotaje han indicado una ventaja de 16 puntos), ha sido un rechazo contundente al proyecto transformador que se gestó tras el estallido de 2019, y ha significado el viraje más radical del país desde el retorno a la democracia. La ultraderecha ha roto el vidrio de la transición para imponer su modelo del "pinochetismo democrático": orden policial, militarización selectiva y la restauración de la Constitución de 1980 en espíritu, si no en letra. Se ha consumado la Voluntad de Decadencia ética de una nación que ha preferido la jaula segura a la libertad peligrosa.
Tú has creído que la seguridad total ha sido la antítesis de la tiranía, cuando la Historia te ha demostrado que la seguridad total siempre ha sido la primera ofrenda en el altar de cualquier dominación.
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