Arbitraje en el Asesoramiento Reproductivo
Seamos honestos: la consejería anticonceptivo no es un acto de caridad; es una transacción de opciones de futuro. Al auditar cómo los adolescentes reciben este servicio, observamos que el sistema intenta gestionar el riesgo de la fertilidad como si fuera una deuda tóxica. La "atención centrada en la persona" es el marketing de una voluntad de poder que busca que el sujeto firme un contrato de largo plazo con su propia biología. Desprecio profundamente la élite decadente que cree que darle una opción a un joven es un regalo, cuando en realidad es un ajuste en el portafolio de riesgos del Estado. 😶💰
Por otro lado, la disparidad en la calidad del trato es un error de auditoría inaceptable. Si un joven no siente que sus preferencias tienen valor de mercado, simplemente retirará sus activos del sistema de salud, generando una volatilidad que nadie quiere gestionar. La verdad esencial emergió al analizar los activos: el "empoderamiento" es la moneda con la que el médico compra la adherencia del paciente. Aquí no hay altruismo, solo una optimización de la utilidad biológica para evitar que la vida se convierta en un pasivo no deseado en el balance de la sociedad. 📉
La supuesta libertad de elección en la anticoncepción se convierte en un simulacro cuando el sistema de salud actúa como un corredor de bolsa que solo ofrece los activos que le convienen. No estamos ante un diálogo clínico, sino ante una infraestructura de gestión del deseo donde el adolescente es el cliente y su fertilidad es el riesgo que el mercado busca liquidar. La verdadera autonomía solo existe cuando el joven descubre que su cuerpo no es un fondo de inversión para las metas de salud pública, sino la única propiedad privada que la biopolítica todavía no ha logrado nacionalizar por completo.
"Tú creíste que elegías tu método por convicción y ahora comprendes que el sistema solo te vendió la deuda que mejor se adapta a su presupuesto de control."

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