👑 La Mentira Fundacional: Tenochtitlan y el Año que el Estado Inventó para Celebrarse
Al revisar las crónicas, se entiende que la fecha no es un punto de partida, sino un punto de llegada. Nosotros debemos dejar de preguntar si el dato es correcto, y empezar a cuestionar por qué el poder necesita que ese dato sea cierto justo ahora.
Ellos han enseñado la imagen del águila sobre el nopal como un evento singular, un flash mítico de 1325. Y ellos cuentan con un consenso historiográfico que apunta a ese año como el más probable. Sin embargo, la celebración reciente de los "700 años" es abiertamente denunciada por los arqueólogos líderes como una manipulación histórica.
La verdad es que la fundación de la portentosa capital mexica no fue un acto de un solo día. Fue un proceso migratorio, político y de negociación territorial que se extendió por varios años. El dato de 1325 no es ni exacto ni científicamente comprobado; es un dato útil. El organismo político, al igual que los imperios antiguos, utiliza las efemérides para generar legitimidad y cimentar la identidad nacionalista que necesita para existir. La historia, en manos del Estado, se convierte en una herramienta de cohesión social, donde la verdad cede ante la narrativa.
Se sabe que la historia es siempre un discurso sobre el pasado, no el pasado mismo. Y si ese discurso sirve para justificar el presente, la precisión histórica es simplemente irrelevante.
Entonces, la pregunta que nos interpela a todos, a ti que celebras esa memoria ancestral, no es si la fundación ocurrió en 1325 o en 1328.
Tu fe en los 700 años de Tenochtitlan, ¿es un acto de orgullo cívico o un acto de sumisión a la narrativa que te da el Estado para que te sientas parte de algo?

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