LA GEOMETRÍA DE LA MENTIRA: EL USO DEL OLVIDO SELECTIVO COMO ARMA GEOPOLÍTICA PARA DISEÑAR LA PRÓXIMA GUERRA FRÍA. 🌍📜
La guerra moderna no se libra por territorios físicos, sino por el territorio de la conciencia. El poder hegemónico entiende que para justificar un conflicto futuro, debe primero neutralizar la memoria del pasado. El Olvido Selectivo no es un accidente histórico; es una arma estratégica empleada por las grandes potencias para crear una narrativa binaria (Héroe vs. Villano) que legitime la agresión y fuerce el colapso ideológico de sus adversarios. La historia, en manos del Estado, se convierte en un agente patógeno.
La geopolítica opera con el principio del conflicto inevitable. Para que este conflicto sea aceptado por la población, es necesario que la verdad sea filtrada y reestructurada.
El Olvido Selectivo es el proceso por el cual las potencias magnifican los crímenes y las fallas históricas de un adversario (el "enemigo") mientras minimizan o borran los propios (el "héroe"). Esto crea un desequilibrio moral en el inconsciente colectivo, donde cualquier acción futura contra el enemigo parece una respuesta necesaria en lugar de una agresión calculada.
Las naciones que buscan justificar su expansión o injerencia a menudo se posicionan como las víctimas eternas de agresiones pasadas. Al hiperenfatizar sus propios traumas históricos (sin reconocer sus agresiones), generan una deuda moral en el presente que les permite actuar con impunidad y exigir lealtad a sus aliados.
Los ciclos de poder demuestran que cada potencia, antes de iniciar una confrontación mayor, debe primero unificar su propia narrativa interna. El enemigo debe ser construido con tanta precisión que su derrota parezca una necesidad ética para la supervivencia del orden mundial.
El campo de batalla del Olvido Selectivo es la mente del ciudadano. La Guerra Cognitiva es la técnica para asegurar que el individuo solo vea el color que el Estado le permite.
: En la era de la información, el arma no es la censura total, sino la saturación. Al inundar los canales con la narrativa filtrada y al desautorizar sistemáticamente las narrativas alternativas (tachándolas de "desinformación"), se obliga al ciudadano a elegir el guion oficial por fatiga, no por convicción.La Neutralización del Escepticismo: El Olvido Selectivo no solo busca la conformidad, sino la parálisis intelectual. Al presentar la historia como una entidad monolítica e inmutable, se desactiva el escepticismo histórico, haciendo que el ciudadano sea menos apto para cuestionar la justificación de los conflictos actuales.
La Weaponización de la Historia es la herramienta más poderosa para diseñar el destino. Al controlar el punto de origen (el pasado), la potencia controla la única trayectoria posible (el futuro), logrando que la próxima Guerra Fría o el próximo conflicto armado no parezca una elección política, sino una fatalidad histórica inevitable.
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