La Tiranía de la Incertidumbre: El Algoritmo de Suma Cero
El análisis sistémico de la estrategia de seguridad en el Estado concluye con un rigor ineludible y fáctico que la persistente y elevada Percepción de Inseguridad no es una falla de percepción, sino la consecuencia algorítmica inevitable de un fallo estructural.
El sistema de seguridad en México se encuentra atrapado en un Juego de Suma Cero cuyo resultado es la Tiranía de la Incertidumbre. El Síndrome de la Atrofia Policial (S.A.P.) certifica la patología que convierte todo esfuerzo de contención en estancamiento funcional.
El juego se perdió con la Movida Estratégica de la Sustitución Absoluta: en lugar de invertir para fortalecer las policías locales (cercanas al ciudadano), el Estado optó por la Contención Rápida mediante el despliegue de la Guardia Nacional (GN). Esta elección generó una dualidad insoluble en el corazón de la seguridad. La GN es, al mismo tiempo, la Solución (porque reduce eficazmente los delitos de alto impacto, como el homicidio) y la Enfermedad (porque su presencia desincentiva la inversión y causa la atrofia del único cuerpo responsable de la seguridad de proximidad).
El S.A.P. garantiza que el éxito macro sea anulado por el fracaso micro. La mente del ciudadano, como Observador directo del sistema, no procesa estadísticas federales, sino un Principio de Incertidumbre Sociopolítica en su entorno inmediato. La reducción de las cifras de homicidio está irreversiblemente anclada al colapso de la respuesta de proximidad; el logro se compensa perfectamente con la pérdida.
La tiranía de la que hablaba Rousseau, la que esclaviza a las mentes, se manifiesta aquí: el ciudadano es obligado a procesar el riesgo activamente en cada momento, pues el Observador institucional (la policía municipal) está en un estado de no-funcionalidad.
El resultado neto del juego de seguridad no es paz, sino un estancamiento medido por la Paz Cognitiva (PC) del ciudadano. El análisis concluye que esta paz tiende a cero:
La estrategia no es sostenible. El Estado ha intercambiado la violencia criminal macro por la incertidumbre social micro. Mientras el Síndrome de la Atrofia Policial se mantenga como una variable estructural, el sistema permanecerá optimizando su propio fracaso.
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