LA CÍNICA ECUACIÓN DEL SIGLO XXI: POR QUÉ SU CUERPO ES SOLO LA PRÓXIMA HOJA DE CÁLCULO CORPORATIVA
La glorificación de la "salud integral" en el entorno laboral no es un signo de ilustración, sino una muestra exquisita de la apropiación corporativa de la biología. La pregunta: "¿Cómo se relaciona el ejercicio físico y el rendimiento?" es absurda. La única relación que interesa al capital es la Optimización de Activos Humanos. Usted no hace ejercicio para vivir mejor; lo hace para morir más lento en su escritorio y reducir el gasto de la empresa en bajas por enfermedad.
El mito de que "el trabajador sano es un trabajador feliz" esconde una verdad más sombría: el trabajador optimizado es un trabajador predecible. Se busca la anulación de la variable humana más costosa: la enfermedad y la fatiga. El sudor en la caminadora no es catarsis; es la Tasa de Riesgo Biológico (TRB) siendo reducida a cada paso. El sistema le pide que invierta sus horas libres, su esfuerzo físico y su disciplina mental en una actividad que lo beneficie a él, no a usted en términos de autonomía.
El Colapso de Lógica ocurre cuando el ejercicio se convierte en una obligación moral implícita. Si usted está fatigado o poco productivo, la culpa ya no es del exceso de trabajo o de la estructura corporativa fallida, sino de su falta de compromiso con su rutina de cardio. El fracaso laboral se privatiza y se convierte en un fracaso de su voluntad personal para levantarse a las 5 a.m. a correr. El cuerpo se convierte en un KPI (Key Performance Indicator) más, gestionado con la misma frialdad que un informe de ventas.
El Clímax de la Sátira es el reconocimiento de que la vida misma se ha convertido en un proyecto de rendimiento. No estamos ejercitándonos para sentir el sol o la alegría del movimiento; estamos haciendo networking biológico, asegurando que nuestra máquina sea lo suficientemente robusta para la siguiente ronda de despidos. El descanso ya no es un derecho; es una herramienta de Recuperación Activa para reingresar al circuito de producción con la máxima eficiencia.
Esta relación será total y aterradora. El trabajo no dependerá de empleados que eligen ejercitarse. Existirá la Optimización Biológica Obligatoria (OBO): microdosis farmacológicas, dietas genéticamente prescritas y rutinas de ejercicio automatizadas, todo monitorizado por implantes de IA que aseguran que el cuerpo opere al 100% de la utilidad corporativa. La salud será simplemente una métrica de esclavitud eficiente.
Si la única justificación de su bienestar físico es la mejora de su hoja de vida profesional, ¿entonces su cuerpo realmente le pertenece o es solo un activo valioso en régimen de alquiler?

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