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La Tragedia de la Carretera como Arena Política:

El Choque Fatal que Enfrenta a DeSantis y Newsom

Por El Proletario Felino 


"Es el arte de convertir el dolor en una bandera política, la miseria en un eslogan de campaña. Las venas abiertas de este país se siguen vaciando de sangre, pero ahora lo hacen para llenar las arcas de la retórica."


Un accidente de tráfico. Tres vidas segadas en la autopista de Florida. Un suceso trágico que, en cualquier otro momento, habría sido una noticia local, un luto compartido. Pero este no es un momento cualquiera. En el circo romano de la política estadounidense, la tragedia se ha convertido en una pieza de artillería. En una punta del ring, Ron DeSantis, con el puño en alto, clamando contra las políticas "fallidas" de California. En la otra, Gavin Newsom, atrincherado en su "Estado santuario", usando la historia del inmigrante para señalar las hipocresías del sistema.

Este no es un debate sobre seguridad vial o leyes de tránsito. Es una crónica de un enfrentamiento anunciado. La verdad es que la tragedia no es más que el pretexto. Un conductor indocumentado, una licencia de California, y el país se parte en dos. DeSantis, sin vacilación, usa la muerte de tres ciudadanos como munición para su cruzada antiinmigrante. "Tres vidas perdidas por culpa de Gavin Newsom", sentenció su lugarteniente, reduciendo la complejidad humana de un accidente a un simple eslogan.

Pero la historia es más retorcida, más sucia que un titular de prensa. Las propias autoridades federales de inmigración contradicen la versión de que el conductor recibió su permiso de trabajo durante la administración de Biden, señalando que el proceso comenzó bajo la presidencia de Trump. Esta disputa de fechas es la perfecta ilustración de cómo la realidad se tuerce para encajar en la narrativa política. Mientras tanto, en medio de este circo mediático, las vidas de tres personas se desvanecen en el olvido, convertidas en peones de una partida de ajedrez entre dos hombres que aspiran al poder supremo.

La rabia es el motor de esta batalla. La rabia de un gobernador que quiere castigar a los estados "santuario" y la de otro que defiende un modelo inclusivo. Pero en el fondo, esta no es una pelea nueva, es la misma historia de siempre. La de los de abajo, que pagan el precio de las guerras de los de arriba. La tragedia en la autopista no es un evento aislado, es un síntoma de un sistema roto que permite que la política se alimente de la desgracia humana, usando los cuerpos de los muertos para justificar una ideología de odio. La caravana de la miseria humana, la que Galeano describiría como "las venas abiertas de América Latina", ahora tiene un nuevo capítulo en la carretera de Florida.