80 años de promesa y un cálculo.
Por: Profesor Bigotes
"Los hechos son más claros que las palabras."
En Yakarta, la capital de Indonesia, las banderas ondean. El calor del sol de agosto es el mismo calor que se siente en los muelles. Es el calor del 80.º aniversario de la independencia. Hay celebraciones. Hay discursos. Pero lejos de los micrófonos, hay una decisión que se toma. No es una decisión simple. Es un cálculo. Es el tipo de cálculo que hacen los gobiernos cuando la promesa choca con la realidad.
Indonesia, el país con la mayor población musulmana del mundo, tiene una postura histórica. Han apoyado a Palestina por décadas. Es una posición moral. Es una posición política. Es parte de su Constitución. Sin embargo, una crisis humanitaria es distinta a una declaración diplomática. Es algo concreto. Es un barco que llega a un muelle. El presidente ha declarado la postura oficial. Han dicho que no aceptarán la reubicación forzada. Es una frase sencilla. Pero tiene peso. Significa que no aceptarán la idea de que los refugiados de Gaza sean reasentados permanentemente fuera de su tierra. Es una defensa de su causa.
Pero al mismo tiempo, el mismo presidente ha hecho otro anuncio. Ha dicho que Indonesia está preparada para recibir y tratar hasta a 2,000 heridos y niños de Gaza. Lo hará en la isla Galang, que tiene historia como centro de refugiados. Esta no es una contradicción. Es un matiz. La diferencia entre un refugiado y un evacuado es importante. Un refugiado busca un hogar. Un evacuado busca un refugio temporal. Uno es un problema a largo plazo. El otro es un problema a corto plazo. Es la diferencia entre un acto político y un acto humanitario. El acto humanitario es más pequeño. Tiene límites. El número de 2,000 no es arbitrario. Es un número que el sistema puede manejar. Es un cálculo. Es la diferencia entre prometer la salvación y ofrecer un bote salvavidas.
Esta decisión muestra la realidad de la política exterior. No es un juego de ideales puros. Es un juego de riesgos. La decisión de acoger a 2,000 personas alivia la presión internacional sobre Indonesia. Demuestra que su apoyo a Palestina no es solo de palabra. Es de acción. Pero la acción tiene sus límites. Aceptar a un gran número de refugiados de forma permanente podría desestabilizar la economía. Podría crear tensiones sociales. Podría ser un "Cisne Negro" para la política interior. Los líderes lo saben. La gente lo sabe. .
En un aniversario, la gente celebra el pasado. Pero el gobierno debe mirar hacia el futuro. El pasado es la promesa. El futuro es la realidad. En un mundo de palabras complejas, la acción de Indonesia es simple. No hay ambigüedad en su decisión. La brújula de su política exterior no apunta solo a una dirección. Apunta a dos. A la promesa y al cálculo. El muelle de Indonesia está preparado para el barco. El barco traerá 2,000 personas. El muelle está listo.

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