Radio Cat Kawaii

LA LEY DEL GOLPE ACCIDENTAL

 

CÓMO EL CONGRESO INTENTA LEGALIZAR UN PROBLEMA DE FÍSICA Y MORALIDAD

 


He llegado a la siguiente conclusión: cuando un almirante tiene que explicar a un grupo de legisladores por qué un bote de drogas se hundió justo después de que se le acercara un bote militar, estamos presenciando un espectáculo de lógica inversa. 🎩🐇 Es el Sombrerero Loco intentando debatir sobre termodinámica y moral. La pregunta no es si fue accidental; la pregunta es: ¿Es moralmente viable fingir que lo fue?

 Este fenómeno se enmarca perfectamente en la teoría de la Disonancia Cognitiva aplicada a la política marítima. El ámbito de la interdicción opera bajo una paradoja insostenible: para salvar vidas (evitar la distribución de drogas), debemos arriesgar vidas (durante el intento de abordaje o colisión).

El informe al Congreso no es un documento de hechos; es la pieza de non sequitur necesaria para reestablecer la ilusión de control. El almirante, vestido de gala militar y asistido por asesores legales, está obligado a reducir un acto de fuerza física —que tuvo consecuencias fatales— a un simple error de cálculo estadístico o una desafortunada coincidencia. Es decir, la burocracia exige la transformación de la realidad en un lenguaje que no cuestione el flujo de presupuesto.

Ellos, los legisladores, están obligados a creer en esta versión para mantener la estructura de la 'guerra contra las drogas', incluso si la evidencia sugiere un alto grado de intencionalidad o negligencia sistemática. Lo absurdo es la distancia entre el hecho duro (el bote ilegal hundido, las vidas perdidas) y la explicación semántica requerida para que el sistema siga operando sin fricción ética. La operación se transforma en una costosa operación de "control de daños narrativo".

El problema se reduce a esto: si el bote no se hunde, las drogas llegan. Si el bote se hunde, se genera un problema de derechos humanos y de relaciones públicas que requiere otro ejercicio de lógica subversiva en el Capitolio. Estamos en un ciclo donde la solución es el problema, y la explicación es la burla final.

El briefing del almirante es el intento burocrático de reconciliar la fuerza bruta con la ética parlamentaria. Es una lección de lógica inversa: para que la 'guerra' tenga sentido, el golpe debe ser legalmente accidental. Estamos todos participando en la Fiesta del Té: la realidad es lo último que importa. El verdadero riesgo no es el bote que se hunde, sino la verdad que se ahoga en el proceso.

Si aceptas que la explicación oficial sobre el "accidente" es la única verdad posible, ¿crees realmente que te están pidiendo un voto de confianza o simplemente que te coloques el sombrero de la Disonancia Cognitiva?

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente