La Biopolítica del Manicomio como Sucesor de la Plantación
Se ha verificado que la emancipación ha impuesto una nueva tiranía sobre el cuerpo negro , que ha transitado de la propiedad legal a la contención biopolítica. El manicomio ha sido la última operación lógica de la arquitectura de la dominación blanca, reemplazando la violencia visible por la violencia del diagnóstico. El sistema ha negado la libertad al declararla una enfermedad.
Los años posteriores a la Guerra Civil y el colapso de la esclavitud legal han forzado a la clase dominante del Sur a encontrar un método para reafirmar la jerarquía racial. La psiquiatría , una disciplina en rápido ascenso , ha proporcionado este marco científico. Se ha documentado un aumento dramático y desproporcionado en la tasa de institucionalización de afroamericanos en hospitales psiquiátricos. El axioma central de los psiquiatras blancos ha postulado que la libertad ha representado un choque tan profundo al sistema nervioso que ha provocado una explosión de locura en la población negra, la cual era feliz y estable bajo la supervisión de la esclavitud.
El instrumento de opresión ha sido el diagnóstico de "entusiasmo religioso" (religious excitement). Ha sido utilizado para codificar las expresiones espirituales y las formas de culto propias de la cultura negra como síntomas de psicosis. Ha sido verificado que las prácticas comunitarias de alta intensidad emocional (como el ring shout, el avivamiento, o la profecía) han sido interpretadas por los doctores blancos como manifestaciones de manía , superstición y la incapacidad inherente de la raza para la racionalidad occidental. Esta aplicación ha sido totalmente racializada: la misma intensidad o creencia en un paciente blanco habría sido tratada como una desviación individual, pero en el paciente negro se ha elevado a la categoría de rasgo racial patológico.
La investigación ha revelado la finalidad biopolítica de esta patologización: deslegitimar la autodeterminación de los ciudadanos negros libres. Al declarar su espiritualidad como insania, la ciencia blanca ha podido argumentar que el negro emancipado no ha sido apto para ejercer la ciudadanía plena. Ha sido ejemplificado en el tratamiento mismo: la "terapia" ha consistido a menudo en el trabajo físico forzado dentro de los límites del manicomio (agricultura, lavandería), manteniendo así la explotación económica y la servidumbre bajo el disfraz del tratamiento médico. El hospital ha funcionado como una máquina de disciplina , reproduciendo las relaciones de poder de la plantación.
Ha sido notable que no ha existido una literatura comparable de psicosis masiva para los movimientos religiosos blancos de la época. Esto ha confirmado que el diagnóstico ha sido una herramienta precisa para la contención racial. La herida no ha cesado con el fin de la segregación. El legado de esta patologización histórica ha mutado hacia el concepto moderno de "delirio excitado" , un término invocado para justificar la violencia o muerte de individuos negros agitados en encuentros policiales. Se ha comprobado que la matriz conceptual de supremacía ha perdurado, continuando la tradición médica de desviar la atención del racismo estructural hacia una supuesta patología inherente del cuerpo negro.
Solo si tú dejas de creer que la ciencia es neutral, tú verás la estructura de la coerción operando en cada diagnóstico que niega la violencia que ha sido dirigida hacia ti.
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