Radio Cat Kawaii

 

🤯 LA DECONSTRUCCIÓN DEL SIGNIFIANTE IMPOSIBLE: POR QUÉ EL MANTRA “NO SOY PERFECTA” ES UN ACTO PSICOLINGÜÍSTICO VITAL

Yo lo afirmo sin dudar: la "madre perfecta" no es un modelo, sino un significante vacío 👻. Es un simulacro social construido por la cultura mediática y la presión histórica. Exigir la perfección materna es exigirle al Sujeto que se convierta en la Otredad ideal, un lugar imposible y agotador. La repetición consciente del mantra "No soy una madre perfecta (y qué descanso)" es, por lo tanto, la deconstrucción necesaria para escapar de esa prisión lingüística y recuperar la salud mental. Es el lenguaje luchando contra el Lenguaje.

Para el análisis semiótico, el problema no reside en la acción, sino en la Palabra. El término "perfecta" aplicado a la maternidad funciona como un dispositivo de control que garantiza el fracaso. La madre real es un ser incompleto, sujeto a la falta y al deseo; el "ideal de perfección" es una imagen fija y aséptica que ignora la complejidad del Ser y la experiencia.

El Mito de la Madre Perfecta, respaldado por la hiper-visibilidad de las redes sociales y una cultura de la crianza obsesiva, genera una neurosis social que se manifiesta en:

La Prisión del Rendimiento: El "cuerpo de la madre" deja de ser un cuerpo para convertirse en una máquina de rendimiento. Debe ser productiva en el trabajo, impecable en el hogar y emocionalmente disponible 24/7. La salud mental se sacrifica en el altar de esta matriz de control simbólico.

La Condena de la Comparación: Al intentar llenar el significante "perfecta," la madre se somete al juicio constante, interno y externo. La psicología lo denomina perfeccionismo materno, que se correlaciona directamente con altos niveles de ansiedad, depresión posparto y el síndrome del burnout. El Sujeto se anula en favor del signo social que debe representar.

El acto de repetir el mantra es una forma de rebelión lingüística. Al verbalizar la imperfección y, crucialmente, al añadir el "y qué descanso", la madre realiza tres operaciones psicolingüísticas vitales:

Aceptación de la Falta: Se asume la propia incompletitud. Se reconoce que la maternidad se vive en el espacio de la imperfección, que es el único espacio donde puede residir la humanidad.

Desplazamiento del Deseo: El deseo neurótico de ser lo que no es (el ideal) es desplazado por el deseo de la tranquilidad (el descanso). Esto reestructura la jerarquía de valores, priorizando la salud psíquica sobre la apariencia social.

Creación del Nuevo Sujeto: La madre que se declara imperfecta emerge como un Sujeto más auténtico y menos dividido, capaz de operar fuera del guion impuesto.

El mantra es la Palabra que libera. Es una técnica de deconstrucción lacaniana aplicada a la vida diaria, donde el Sujeto, al nombrar su "no-ser" perfecto, se permite ser finalmente.

El ideal de la "madre perfecta" es un simulacro social imposible que condena a la mujer al fracaso psíquico. El mantra "No soy perfecta" es una herramienta lingüística de deconstrucción vital. Al negar el significante social y elegir el "descanso" como su nuevo signo, la madre realiza un acto de subversión contra la neurosis impuesta por la cultura. Es la liberación de la conciencia a través del lenguaje.

Si tu valor no reside en la impecabilidad, sino en la autenticidad de tu falta, ¿cuándo comenzarás a usar las palabras para liberarte de los simulacros que te impone la Otredad?

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente