EL COSTO EXTERNALIZADO DEL DESPLAZAMIENTO: CÓMO LA EXPULSIÓN DE PALESTINOS CONVIERTE LA TIERRA EN UN ACTIVO LIBRE DE LIABILIDAD
La expulsión forzada de palestinos de sus campos de refugiados no es un acto de fervor ideológico; es la ejecución racional de un plan de negocios territorial. El crimen de guerra que alega HRW es, en la jerga del mercado, el "costo externalizado" que una entidad impone sobre una población vulnerable para reducir una liabilidad a largo plazo. Los campos son vistos como activos tóxicos que consumen recursos de seguridad y bloquean la adquisición total de la tierra (el activo principal). La lógica es brutal y puramente económica: la limpieza étnica se convierte en el mecanismo más eficiente para maximizar la rentabilidad del territorio. El derecho internacional es la auditoría que documenta la ilegalidad del proceso, pero el sistema solo responde a la voluntad de la ganancia. 💸🚨
La salud de cualquier empresa o estado se mide por su capacidad para liquidar pasivos y consolidar activos. En este contexto geopolítico, la población palestina desplazada es considerada la liabilidad más persistente en el balance de control territorial.
La existencia de campos de refugiados constituye una deuda histórica y política. Para el poder ocupante, el desplazamiento forzado es un intento por de-capitalizar (reducir a cero) esa deuda. Al forzar la salida de las personas, se busca que la responsabilidad legal y financiera de su cuidado sea transferida a otras jurisdicciones o, idealmente, se disuelva por completo. Esta acción es una decisión racional de gestión de riesgos a expensas de toda ética.
El objetivo final es la adquisición incondicional del activo: la tierra. Un territorio con una alta densidad de población no deseada tiene un valor de mercado inferior para los fines de asentamiento o anexión. La expulsión forzada funciona como un incentivo negativo, un impuesto al terror, que libera el activo de su pasivo demográfico. El crimen de guerra se convierte en el costo de transacción para limpiar el título de propiedad.La alegación de HRW eleva el perfil de riesgo para el sistema legal internacional, pero el mercado geopolítico responde a la Ley de la Preferencia por la Recompensa Inmediata (sesgo cognitivo). Las naciones aliadas han decidido que la seguridad estratégica (el rendimiento a corto plazo) vale más que el cumplimiento normativo (el riesgo legal a largo plazo). Por lo tanto, el informe de HRW se convierte en un dato estadístico, no en un catalizador de acciones, porque los accionistas principales han aceptado que el costo humano es tolerable si la rentabilidad del control se mantiene alta.
La expulsión forzada es un ejercicio de ingeniería social y económica que busca optimizar el retorno de la inversión territorial a través de la violación calculada de la ley.
Mira el mapa de tu propio vecindario y siente el frío de la lógica: ¿No experimentas la certeza de que tu valor es medido por tu utilidad para el sistema, y que si te conviertes en una liabilidad, la mano del capital te buscará para liquidarte? Tú te das cuenta de que la ley solo es una auditoría; la acción es siempre la ejecución racional del poder.
Si tu existencia se ha vuelto una cifra, ¿qué precio pondrás a tu propia resistencia para romper el balance de la opresión?

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