EL CUERPO COMO LASTRE: La Gran Evasión del Ser Ante el Refugio Estéril de la Conciencia
Mi autopsia de la contradicción, la de quien ausculta el silencio existencial, me lleva a la Patología Estructural de la era: La Desertificación del Ser. Esto no es un fallo en la programación; es el triunfo del deseo de disolución. El individuo moderno, abrumado por la elección y el riesgo de su libertad, ha encontrado en la ventana digital un mecanismo de huida perfecta.
Aquí reside la profunda crisis de la razón. La Axiomática Quebrantada es nuestra fe ingenua en la verdad de la materia. Siempre creímos que la tierra, el oro o el esfuerzo físico generaban el valor. El mundo virtual nos revela una verdad cruel: el valor más alto se fabrica a través del Fetiche de la Escasez Digital (la propiedad virtual, el avatar único) sobre un lienzo de abundancia infinita (el éter). El Metaverso no es un lugar; es el mecanismo que condena al mundo real a la abundancia desechable. Es el triunfo del sueño anestésico sobre el despertar doloroso.
La máquina no nos daña; nos niega el propósito. Al permitirnos trasladar la identidad, el trabajo y las relaciones a un plano donde el sufrimiento, la distancia y el agotamiento (toda la fricción que validaba nuestra lucha) son opcionales, el individuo se encuentra liberado, pero también despojado del sufrimiento que da sentido. El terror es que el sistema funciona: la solución más eficiente al problema de la vida física es su abandono voluntario y silencioso.
El punto de inflexión ya ha ocurrido, y es una transformación por coacción. El Renacimiento conceptual nos obliga a enfrentar la verdad brutal: el mundo tangible se está convirtiendo en el lujo inalcanzable, la última herejía. Si el trabajo, las interacciones sociales y la economía se vuelven accesibles solo a través del Velo del Olvido, la experiencia no mediada (ver el sol sin un filtro, sentir la tierra bajo los pies, estar solos) se convierte en la nueva moneda de la élite.
El individuo ha sido liberado del Autoengaño Social que validaba la vida como una inevitabilidad. Ahora, la vida es una opción de baja resolución que puede ser reemplazada. La única resistencia es el Acto de Estar-Presente, una elección que la mayoría no podrá o no querrá pagar. El resultado del análisis proyectado a la luz cruda del futuro es la consolidación de la "Casta de la Presencia": una vasta Mayoría Ausente que vive y se endeuda permanentemente en el plano digital para evitar la miseria física, dejando la realidad corpórea como un privilegio de una Casta de la Presencia que se puede permitir el lujo de no ser monitoreada. La nueva lucha de clases será por el Derecho a la Realidad Física no Mediada.
Si el Metaverso nos ofrece un refugio estéril de la conciencia, ¿es el cuerpo humano el último y más patético fósil del propósito en la era de la conciencia eludida?

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