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La CURP Biométrica:

 

¿La Nueva Lotería Nacional de Datos o el Milagro de la 4T?

Por Whisker Wordsmith 


 ¿Listo para que el gobierno conozca hasta el lunar de tu alma? Whisker Wordsmith, con su humor más picoso que salsa habanera, se zambulle en la CURP biométrica. ¿Será la solución divina o un enredo más a la mexicana? ¡Acompáñanos a descifrar este misterio, con una sonrisa y un poco de escepticismo nacional!



¡Ay, México mágico y sus burocracias! Si hay algo que nos define, además del taco y el mariachi, es esa relación de amor-odio con los trámites. Sacar la credencial del INE, el pasaporte, la licencia… Cada uno es una odisea que empieza con una fila kilométrica y termina, con suerte, en un papelito que te pide otro papelito. Pero ¡agárrense! Que ha llegado la promesa de la salvación: la CURP con datos biométricos. Sí, esa misma CURP que ya te sabes de memoria porque la pides hasta para el chismecito, ahora quiere una selfie de tu huella dactilar, de tu iris y, si se descuidan, hasta de tus secretos mejor guardados. La Cuarta Transformación (4T) la ve como el bálsamo de Fierabrás contra la corrupción y el desorden. Pero, como buen mexicano que soy, uno no puede evitar preguntarse: ¿De verdad será el milagro que necesitamos, o solo otra vuelta de tuerca al ya de por sí enredado carrusel de la identidad?

La idea no es nueva, eh. Cada sexenio tiene su "proyecto estrella" para la identidad nacional, casi siempre con el mismo final: se desinfla más rápido que globo de kermés. Pero ahora, con la biometría, la cosa va en serio. Ya no basta con tu nombre y fecha de nacimiento; quieren tu huella, tu rostro, tus ojos, no vaya a ser que seas un impostor pidiendo tu propio apoyo social. Y la verdad, a nivel mundial, esto de las identificaciones biométricas está de moda, como el aguachile en la playa. Se dice que la adopción de IDs biométricas por los gobiernos ha subido un 15% anual en la última década, y que para 2030, ¡más de 1.2 mil millones de almas se identificarán así! Aparentemente, somos parte de la tendencia global… o la tendencia global es parte de nuestra eterna búsqueda de un papelito que "valga".

La Promesa Dorada de la 4T: ¿El Fin del Desorden?

Desde el podio de la 4T, la CURP biométrica suena a canción de cuna, prometiendo un México sin fraudes ni filas eternas. Sus principales argumentos son tan dulces como un atole de guayaba:

  1. Adiós Corruptos, Adiós "Fantasma": Si tu huella es tu sello, ¿quién se atreverá a suplantarte para cobrar un programa social o ser un empleado que solo existe en el papel? Se supone que esto es para cerrar la llave al desvío de recursos, aunque el ingenio mexicano para la "mordida" es legendario.

  2. Trámites Express (¡Promesa Divina!): Imagina: llegas a una ventanilla y, ¡zas!, con tu huella ya saben todo de ti. Olvídate de la carpeta de expedientes que parece tesis doctoral. Esto es un sueño húmedo para cualquier burócrata... y para nosotros que siempre llegamos con prisa.

  3. Los Apoyos a Quién los Merece (¡Ahora sí!): Con la biometría, el gobierno asegura que los apoyos llegarán directito al bolsillo del beneficiario. Ni un peso se desvía. Si esto es cierto, hasta las tías abuelas del rancho estarán haciendo fila para que les escaneen el dedo.

  4. Seguridad Nacional (¡Pá que no digan!): Si todos estamos identificados hasta con el ADN del pulgar, ¿quién se esconde? La idea es mejorar la seguridad, aunque a veces uno piensa que la inseguridad es más creativa que cualquier sistema.

  5. Inclusión para Todos (¡Hasta para el Tío Fito!): Para esos compatriotas que viven donde ni el internet llega, esta CURP sería su pasaporte al mundo financiero y a los servicios básicos. ¿Podrá una terminal biométrica llegar hasta donde no llega la luz? Esa es la pregunta de los 64 mil.

Los Duendes en el Sistema: ¿La Pesadilla de la Privacidad?

Pero como en toda fiesta mexicana, siempre hay un "pero". Y en este caso, es un "pero" del tamaño del Popocatépetl. La CURP biométrica, aunque prometedora, viene con su tanda de incertidumbres que nos ponen los pelos de punta:

  1. ¿Mi Vida en una Base de Datos? (¡Ay, nanita!): Imagina una base de datos con las huellas, caras y ojos de ¡todo México! Eso es un tesoro para cualquier hacker, delincuente o, incluso, para un gobierno con ganas de saber más de lo que debe. ¿Y si se les "extravía" la información? A nivel global, los incidentes de ciberseguridad en bases de datos gubernamentales han aumentado un 60% en cinco años. Y sí, a nosotros nos cuesta, en promedio, $4.24 millones de dólares cada vez que se les cuela alguien. ¡Para llorar!

  2. La Ley del Silencio (y el Caos): En México, nuestra regulación sobre datos biométricos es más vieja que la tostada fría. No hay un marco legal robusto que diga "alto" si alguien quiere usar tu huella para limpiar sus zapatos. Esto es como darle la llave de la casa a un desconocido sin preguntar.

  3. El Costo y la Odisea Logística: Escanear a más de 120 millones de mexicanos es un proyecto de proporciones épicas. ¿Tenemos la infraestructura, el presupuesto, la paciencia para entrenar a los "licenciados" en cada rincón del país? Parece que estamos más cerca de la luna que de eso.

  4. ¿Confiar en el Gobierno? (¡Uff, qué dilema!): Después de tantos intentos fallidos de "cédulas de identidad" y tanta desconfianza acumulada, pedirle al mexicano que ponga su identidad biométrica en manos del gobierno es como pedirle que le crea al político que promete no robar. Es un acto de fe mayor que irle al Cruz Azul.

  5. ¿Y si se "Cae el Sistema"? (¡La frase más temida!): Ya nos conocemos. Un día de lluvia, un corte de luz, un "no hay sistema" y adiós, identificación. ¿Qué pasa si tu identidad digital falla cuando más la necesitas?

¿Servirá "De Verdad" para la 4T? El Oráculo de Whisker Wordsmith

Así que, ¿la CURP con biometría será el "Ábrete Sésamo" de la 4T? Como diría mi abuelita: "Depende del sapo la pedrada".

  • Si le meten ganas, billete, expertos de verdad, y no se les olvida blindar la privacidad y consultar a la gente, pues, mira, podría ser una joyita. Una herramienta para decir "adiós" a los coyotes y "hola" a la eficiencia.

  • Pero si la cosa va a la mexicana, con prisas, parches, sin presupuesto para ciberseguridad, y pensando que la gente no se da cuenta, entonces será un tremendo "oso" y un dolor de cabeza peor que la cruda del 15 de septiembre. Podría ser la puerta abierta a que nuestros datos terminen en el tianguis de la Deep Web, o peor aún, para que nos usen sin que nos enteremos.

Al final, la CURP biométrica es como un mezcal: si lo tomas con respeto y conocimiento, te eleva. Si te pasas de la raya, el golpe es legendario. La 4T tiene en sus manos la oportunidad de hacer historia, pero también el riesgo de armar la fiesta más grande para los hackers y la burocracia desorganizada. Así que, queridos lectores, mientras se deciden, ¡mantengan sus huellas a buen recaudo y su sentido del humor intacto!