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¡Alerta Máxima, Carnales!

 

 El Proteccionismo Gringo Nos Está Dejando Sin Feria

Por  Whisker Wordsmith © Radio Cat Kawaii


¡Órale, banda! La bronca con nuestros vecinos del norte se está poniendo más seria que pleito de vecindad por el tendedero. Ya no son solo jalones de greña esporádicos; el Tío Sam anda desatado con sus medidas proteccionistas, y a México nos está cayendo la pedrada directo al bolsillo. Agárrense que aquí les va el chismecito completo, sin pelos en la lengua.

¿Se acuerdan del TLCAN, ese "tratado de libre comercio" que nos vendieron como la panacea? Pues olvídense, porque ahora se llama T-MEC, pero con más peros que telenovela turca. Y la cosa no para ahí: cada semana nos enteramos de una nueva investigación, un arancelazo sorpresa a nuestros aguacates, a nuestros carros, ¡hasta a nuestras cervezas! ¿Qué sigue, que nos cobren por respirar el mismo aire?

La neta es que la jugada de los gringos es clara: "América Primero", dicen, como si el resto del mundo fuéramos sus limosneros. Quieren que las fábricas regresen a su país, que los empleos se queden allá, ¡y que nosotros les compremos todo más caro! Pero, ¡a ver, espérense tantito! ¿Acaso se les olvida que nuestras economías están más pegadas que chicle en el zapato?

¿Y a nosotros cómo nos va con este rollo? Pues para empezar, nuestros empresarios andan con el Jesús en la boca, sin saber si mañana podrán seguir vendiendo sus productos al otro lado. La inversión extranjera está más nerviosa que quinceañera en su primera chamba, y el riesgo de que nos pongan más trabas comerciales nos tiene con el alma en un hilo.

Pero la cosa va más allá de los billetes. Esta bronca también tiene tintes políticos y sociales. Los discursos anti-México que se escuchan en Estados Unidos calientan los ánimos y nos hacen ver como los malos de la película. Y aquí entre nos, esa imagen no nos ayuda en nada.

Entonces, ¿qué vamos a hacer, México? ¿Nos vamos a quedar con los brazos cruzados como el chavo del ocho? ¡Nel pastel! Es hora de ponernos las pilas y jugar nuestras cartas con inteligencia.

Aquí les van algunas ideas para no quedarnos viendo cómo nos bailan:

  • Buscar nuevos mercados: ¡El mundo es grande, señores! No todo es Estados Unidos. Hay que voltear a ver a Europa, Asia, Latinoamérica... ¡a donde nos reciban con los brazos abiertos y con ganas de hacer negocios!

  • Hacer las cosas bien en casa: Invertir en educación, en tecnología, en carreteras... en todo lo que nos haga más competitivos para venderle al mundo entero, no solo a nuestros vecinos.

  • Unirnos con otros países: Así como en la lucha libre, ¡la unión hace la fuerza! Debemos buscar alianzas con otros países que también estén sufriendo las políticas proteccionistas de Estados Unidos para hacerles frente juntos.

  • Defender lo nuestro con uñas y dientes: Nuestros diplomáticos tienen que ponerse más firmes que chile en vinagre y hacerles ver a los gringos que una relación comercial justa nos conviene a los dos.

La bronca es seria, no lo vamos a negar. Pero los mexicanos somos más ingeniosos que Cantinflas y más trabajadores que hormiguita. Si nos ponemos las pilas y trabajamos juntos, podemos superar este obstáculo y salir más fuertes que nunca. ¡Es hora de demostrar de qué estamos hechos, carajo! No nos dejemos intimidar por el proteccionismo gringo. ¡México tiene mucho que ofrecerle al mundo!